Hace unos días con la presencia de la presidente de la
Nación Cristina Fernández de Kirchner, pudimos ver
la magnífica puesta en escena y teatralización del
momento en el que el General Belgrano inmortaliza a orillas del
río Paraná la bandera nacional.
A
propósito de ello, vamos a reseñar brevemente los
cambios y las cuestiones políticas que nos llevaron a utilizar
en la actualidad la celeste y blanca en lugar de la original azul
y blanca.
Belgrano es el creador de la bandera "Azul y blanca"
y no la "celeste y blanca" que impusieron Sarmiento
y Mitre. La bandera, creada en Rosario el 27 de febrero de 1812
por Belgrano inspirada en la escarapela azul-celeste del Triunvirato,
debido al color de la heráldica, que no es azul-turquí
ni celeste sino el que conocemos como azul. Nada tuvo que ver
el color del cielo con que nos quisieron convencer.
Algunos
utilizan el argumento para defender el celeste, por el hecho de
que por la "sincera religiosidad de Belgrano", este
debió tomar el celeste de la virgen y no el azul. Sin embargo
la "sincera religiosidad de Belgrano" no contradice
el hecho de que usara al azul ya que algunos suponen que el azul-celeste
de los patricios fue tomado de la Orden de Carlos III, otros,
de la inmaculada Concepción", y otros que ambos colores
(el blanco y el azul) fueron sacados del escudo de la ciudad de
Buenos Aires, cuyos colores eran precisamente blanco y azul."
Lo
cierto es que el Congreso sancionó la ley de banderas el
25 de enero de 1818 estableciendo que la insignia nacional estaría
formada por "los dos colores blanco y azul en el modo y la
forma hasta ahora acostumbrados".
Tampoco
fueron "celestes y blancas" las cintas que distinguieron
a los patriotas del 22 de mayo, sino que eran solamente blancas
o "argentino" que en la heráldica simboliza "la
plata". Fueron solamente blancas. La cinta azul se agregó
como distintivo del Regimiento de Patricios. Pero tampoco era
celeste, sino tomados del azul y blanco del escudo de Buenos Aires.
Azul y blanca fue la bandera que flameó en el fuerte de
Buenos Aires, en Ituzaingo durante la guerra con Brasil, y en
la guerra del Paraguay. En 1813, Artigas le agregaría una
franja colorada (punzó) cruzada para distinguirse de Buenos
Aires sin desplazar la "azul y blanca". La bandera cruzada
fue usada en Entre Ríos y Corrientes.
La
cinta punzó fue adoptada por los Federales, mientras los
Unitarios, para distinguirse, usaron una cinta celeste, y no el
azul de la bandera.
Cuando
Lavalle inició la invasión "libertadora"
contra su patria apoyado y financiado por Francia, (Guerra franco-argentina
) también uso la bandera "celeste y blanca" para
distinguirla de la nacional... "ni siquiera enarbolaron (los
libertadores) el pabellón nacional azul y blanco, sino
el estandarte de la rebelión y la anarquía celeste
y blanco para que fuese más ominosa su invasión
en alianza con el enemigo" (Coronel salteño Miguel
Otero en carta Rufino Guido, hermano de Tomas Guido, el 22 de
octubre de 1872. Memorias. ed. 1946, pág. 165).
Rosas
y la bandera Nacional
Rosas,
para evitar que al desteñirse por el sol, se confundiera
con la del enemigo, la oscurece más, llevándola
a un azul-turquí. ¿Por qué Rosas eligió
el azul turquí? Por varias razones: porque el "azul
real" es más noble y resiste por más tiempo,
al sol, a la lluvia, etc. El Restaurador pensó que el color
argentino era el azul, porque asi lo estableció el decreto
de la bandera nacional y de guerra del 25 de febrero 1818, y también
porque el celeste siempre fue el color preferido de liberales
y masones. Fue la bandera que, sin modificarse la ley flameó
en el fuerte, en la campaña al desierto (1833 - 1834) en
la Vuelta de Obligado y en El Quebracho en 1845,) y la misma que
fue saludada en desagravio por el imperio inglés con 21
cañonazos.
El
23 de marzo de 1846 Rosas le escribió al encargado de la
Guardia del Monte, diciéndole que se le remitiría
una bandera para los días de fiesta, agregando que "...Sus
colores son blanco y azul oscuro con un sol colorado en el centro
y en los extremos el gorro punzo de la libertad. Esta es la bandera
Nacional por la ley vigente. El color celeste ha sido arbitrariamente
y sin ninguna fuerza de Ley Nacional, introducido por las maldades
de los unitarios. Se le ha agregado el letrero de ¡Viva
la Federación! ¡Vivan los Federales Mueran los Unitarios!".
La
misma bandera se izó en el Fuerte de Bs.As. el 13 de abril
de 1836 al celebrarse el segundo aniversario del regreso de Rosas
al poder. La misma bandera que Urquiza le regala a Andrés
Lamas y que hoy se conserva en el Museo Histórico Nacional
de Montevideo.
Rosas,
quiso que las provincias usaran la misma bandera y evitaran el
celeste, y con ese propósito mantuvo correspondencia, entre
otros, con Felipe Ibarra, gobernador de Santiago del Estero, entre
abril y julio de 1836. "Por este motivo debo decir a V. que
tampoco hay ley ni disposición alguna que prescriba el
color celeste para la bandera nacional como aun se cree en ciertos
pueblos." (José Luis Busaniche) "El color verdadero
de ella porque está ordenado y en vigencia hasta la promulgación
del código nacional que determinará el que ha de
ser permanente es el azul turquí y blanco, muy distinto
del celeste." Y le recordó que las enseñas
nacionales que llevó a las pampas y la del Fuerte, tenían
los mismos colores, y que las mismas banderas para las tropas
fueron bendecidas y juradas en Buenos Aires.
Rosas
uso la azul y blanco y le adicionó cuatro gorros frigios
en sus extremos, según Pedro de Angelis, en honor a los
cuatro acontecimientos que dieron nacimiento a la Confederación
Argentina: el Tratado del Pilar del 23 de febrero de 1820)(que
adoptó el sistema Federal), el Tratado del Cuadrilátero
(de amistad y unión entre Bs.As y las provincias) la Ley
Fundamental de 23 de enero de 1825 (que encargo a Bs.As. las relaciones
exteriores y la guerra) ), y el Pacto Federal del 4 de enero de
1831 ( creación de la Confederación, a la que se
adherían las provincias).
Expulsado
Rosas en Caseros, Sarmiento adopta el celeste unitario en vez
del azul de la bandera nacional. En su "Discurso a la Bandera"
al inaugurar el monumento a Belgrano el 24 de septiembre de 1873
señaló a la enseña de la Confederación
como un invento de bárbaros, tiranos y traidores, y en
su Oración a la Bandera de 1870, denigra la "blanca
y negra" de la Vuelta de Obligado diciendo además
que " la bandera blanca y celeste ¡Dios sea loado!
no fue atada jamás al carro triunfal de ningún vencedor
de la tierra". Y si alguna vez fue atada al carro de algún
triunfador, se lo debemos a Sarmiento y no al Restaurador. Tampoco
la celeste y blanca de Sarmiento recibió saludo de desagravio
de ninguna potencia imperial. Mucho menos la de Mitre.
Mitre
se basa en el "celeste" basándose entre otros
argumentos en un óleo se San Martín hecho en 1828,
como si el color adoptado por un artista fuera argumento suficiente.
El general Espejo, compañero de San Martín, en 1878
publicaba sus Memorias del y recordaba como azul el color original
de la bandera de los Andes conservada desteñida en Mendoza.
Pero Mitre, que siempre interpretó las cosas como le convino,
lo atribuyó a una "disminuida memoria del veterano".
En
1908, ante la confusión existente y a pedido de la Comisión
del Centenario, se estableció el color azul de la ley 1818
para la confección de banderas. Sin embargo, siguió
empleándose el celeste y blanco, en lugar del la gloriosa
"azul y blanca" La misma bandera que acompaño
a San Martín en su gloriosa gesta Libertadora y la misma
que acompaño los restos del propio Rosas en Southampton.
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