02/03/2015
Macri pidió que la Nación se haga cargo de la seguridad en la Ciudad o que la traspase con facultades y recursos 01/03/2015

El Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, pidió a la presidenta que la Nación se haga cargo de la seguridad en la Ciudad como corresponde o traspase sus facultades y los recursos”, reclamó más “coordinación y diálogo frecuente” con las autoridades nacionales y cuestionó a la Casa Rosada por mantener una “actitud excesivamente centralista”.
Al pronunciar el mensaje de apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura porteña, Macri advirtió que esta conducta del Gobierno nacional genera una gran debilidad en las provincias, especialmente en aquellas que tienen situaciones financieras complicadas. “Cuando un gobernador provincial no es oficialista la provincia es discriminada y padece las consecuencias”, afirmó el Jefe de Gobierno.
Utilizó dos ejemplos: seguridad y transporte. “Un problema como el de la seguridad no se solucionará sin coordinación y diálogo frecuente entre las autoridades del país, de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires”, dijo. En materia de transporte “no puede pasar más tiempo sin que haya una política coordinada, transparente y a la altura de lo que se merecen los habitantes del área metropolitana”, subrayó.
Macri convocó a los legisladores porteños a seguir “trabajando juntos, defendiendo la capacidad de inversión del presupuesto de la Ciudad, logrando que la mayor cantidad de pesos vuelva en obras para la gente, como ya hemos hecho en educación, salud, cultura, y otras áreas. El desafío es profundizar la inversión y bajar los niveles de gasto”.
Puso como ejemplo a los cuerpos de emergencia de la ciudad para mostrar cómo mejoran los resultados cuando hay inversión y se comprometió a “seguir trabajando para hacer de Buenos Aires una Ciudad sustentable, para que vivamos más seguros, para tener una mejor educación pública y una mejor salud pública, por más espacios culturales, para que seamos todos los días un poco más felices.”
“Un buen ejemplo de cómo mejoran los resultados cuando hay inversión podemos encontrarlo en nuestros cuerpos de emergencia. Cuando llegamos a este gobierno teníamos menos de 50 ambulancias en la calle. El resto estaban rotas. Hoy con las 45 que compramos, tenemos 160 en funcionamiento. Incorporamos dos helicópteros, un centro único de comando y control que es líder en Latinoamérica, un centro para el SAME. Sumado a los permanentes simulacros que hemos puesto en marcha, nos permiten decir que hoy el Estado de la ciudad tiene un cuerpo presente de emergencia para defender a la gente”, agregó.
Entre las prioridades para este año mencionó seguir mejorando la calidad educativa en la Ciudad, avanzar en la jerarquización del microcentro y en la contenerización y el reciclado, consolidar la Policía Metropolitana, extender el sistema del Metrobús y el sistema de bicicletas públicas para que sea cada vez más fácil moverse por la Ciudad.
También vamos a avanzar en la refacción del Teatro San Martín, vamos a finalizar la Usina de las Ideas y las obras de prevención de inundaciones, y vamos a extender la política de distritos con la implementación del Distrito Audiovisual, entre muchos otros temas”, agregó.
Fallas institucionales
“Los problemas de coordinación entre la Ciudad y la Nación son ante todo reflejo de una gran cantidad de fallas institucionales, de debates que no se terminan de saldar, como el de la coparticipación y el régimen fiscal, las políticas para el área metropolitana, las políticas de seguridad, salud, educación y transporte”, insistió Macri, quien se pronunció a favor de un nuevo esquema con creciente protagonismo de las provincias y los municipios, que son los que están “más cerca de los problemas concretos de la gente”.
Explicó que la Ciudad de Buenos Aires prácticamente no recibe fondos nacionales, genera casi el 25 por ciento de los recursos coparticipables y luego recibe el uno por ciento. “Pese a eso –sostuvo-estamos en una situación de equilibrio fiscal, y haciendo al mismo tiempo el plan de inversiones en obras públicas récord en la historia”.
“En estos años hemos hecho más de 3000 obras, ninguna de las cuales ha contado con aportes del gobierno nacional. Hicimos récord de inversión en escuelas y hospitales, concretamos obras como la recuperación del Teatro Colón, el Arroyo Maldonado, el MAMBA, creamos la Policía Metropolitana, entregamos las netbooks por alumno, hicimos 9 pasos bajo nivel, creamos el Metrobús, entre tantas otras obras”, precisó.
Macri recordó que dos tercios del presupuesto porteño se destinan a la inversión social en educación y salud y sostuvo que buena parte de tal inversión social beneficia también a habitantes de la Provincia de Buenos Aires o del interior del país.
“Esto nos llena de orgullo, nos define como Ciudad de todos los argentinos. Por eso nos duele que en la última década la Nación no haya hecho casi obra pública en la Ciudad. No hizo obras relevantes de infraestructura ni siquiera en temas como infraestructura vial y la única obra importante en materia de transporte han sido los 3 km de extensión de la línea E de subtes, que todavía está sin terminar”, agregó.
Mencionó que la Nación bloquea “iniciativas que mejorarían la vida de la gente”, como la Autopista Illia, el financiamiento internacional para el subte o para obras cruciales como la del Arroyo Vega, y cuestionó las medidas unilaterales en un tema como la seguridad.
“Un problema como el de la seguridad no se solucionará sin coordinación y diálogo frecuente entras las autoridades del país, de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires”, dijo Macri, para agregar: “Mucho menos se solucionarán si se siguen tomando decisiones intempestivas, como la de retirar la custodia de la Policía Federal de los hospitales, escuelas y subtes de la Ciudad. Hoy vemos las consecuencias de estas medidas.”
“Esto nos duele no porque le estén faltando el respeto a un gobernante, sino porque al intentarlo están haciendo daño a los vecinos, y ahí es donde yo tengo la obligación de poner un límite”, afirmó.
Macri sostuvo que la cuestión del transporte presenta iguales características que la de seguridad y afirmó que solamente mejorará si todos “trabajamos en equipo para que los trenes, el subte y todo el sistema público tenga los recursos necesarios”.
“La terrible tragedia que vivimos la semana pasada nos demuestra lo que pasa cuando las cosas no se hacen bien. No puede pasar más tiempo sin que haya una política coordinada, transparente y a la altura de lo que se merecen los habitantes del área metropolitana. Me gustaría que ustedes, señoras y señores legisladores, me acompañasen en este planteo”, dijo.
“Queda claro que sólo con mayor inversión vamos a resolver los problemas de la gente. El subsidio puede ser sólo un paliativo de corto plazo”, aseguró.

“ESTAMOS LISTOS PARA MÁS GRANDES DESAFÍOS” 02/03/2015

El jefe de Gobierno Mauricio Macri se despidió de la Legislatura porteña. Fue su discurso más extenso desde que asumió y el más sólido, dado que prácticamente no leyó. No hubo anuncios ni muchos datos de la gestión pero sí hubo un marcado llamado al diálogo y un fuerte agradecimiento a los consensos legislativos logrados
Si algo hay que reconocer del jefe de Gobierno Mauricio Macri es que su último discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura porteña fue notoriamente superior a los anteriores y ni qué hablar del primero en el 2008. Además, ha sido el más largo de todos (30 minutos) y en el que menos ha leído.
Si bien Macri no dio demasiados datos de su gestión más allá de mencionar lo que para el PRO fueron sus mayores logros (educación, Centros de Primera Infancia, Metrobus, Ecobici, las obras en el Maldonado, Primera Casa, Créditos para emprendedores, el Distrito Tecnológico, las obras en el sur de la Ciudad, la mudanza a Parque Patricios del Gobierno, la Policía Metropolitana, la urbanización de tres villas, la modernización de los hospitales, la restauración del Teatro Colón, entre otras) el énfasis estuvo puesto en marcar una clara diferencia de estilos.
En ese sentido no dudó en reconocer errores: "Gestionando hemos tenido grandes aciertos, pero también nos hemos equivocado. Humildad es reconocer los errores y tener el coraje de corregirlos. Eso nos ayuda a crecer, como equipo, como sociedad".
Y agregó: "Nosotros aprendimos mucho todo este tiempo. Llegamos con gente de buena fe, con conocimientos, con ganas y entusiasmo. Sin embargo, durante aquellos primeros años, las cosas no siempre nos salieron como pensamos. Emprendimos la difícil tarea del hacer, de invertir, de comenzar a poner el motor en marcha. Confieso que no fue fácil. Las buenas intenciones no alcanzan para transformar. Hace falta mucho más que eso. Hace falta compromiso, aprendizaje, coraje y humildad".
También señaló: "Un gobierno que no está atento a lo que opinan los demás, mal puede pretender representar. Cuando cerramos el oído, también cerramos el corazón, ¿y qué sería de la política y la democracia si gobernamos sólo según lo que creemos o pensamos?".
Además el Jefe de Gobierno destacó que "se puede hacer política de otra manera, pensando en la gente".
"Gobernamos dialogando y aprendiendo", sostuvo Macri, quien agradeció a los legisladores y a los vecinos por "compartir" sus ideas y "por creer que se puede hacer política de otra forma, aunque no pensemos lo mismo".
Subrayó en otro tramo de su discurso, lo que generó una ovación por parte de diputados y funcionarios macristas: "Estamos listos para nuevos y más grandes desafíos" y convocó a

"trabajar codo a codo por la Argentina que nos merecemos".
Recalcó: "Dialogar es dejar que los demás nos ayuden, nos cuenten sus necesidades, nos planteen sus problemas y nos acerquen sus propuestas" y puso de relieve la importancia de armar equipos para gobernar.
"Nada de lo que hemos hecho todos estos años se habría podido hacer por una sola persona", dijo Macri en el recinto de los representantes porteños, acompañado por la vicejefe de Gobierno, María Eugenia Vidal, y el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo.
Acompañado por su Gabinete de ministros y secretarios, Macri planteó nuevos desafíos y transformaciones de cara al futuro. Pidió: "Transitemos juntos un mismo camino para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos nos recuerden como aquella generación que pudo superar los enfrentamientos inútiles y se puso a trabajar para que todos los argentinos puedan ser más felices".
Como desafíos para el futuro planteó la necesidad de integrar la Ciudad al Área Metropolitana, disminuir la desigualdad y la pobreza, expandir la Red "En Todo Estás Vos", consolidar un sistema de salud metropolitano, seguir trabajando por una educación de calidad, la innovación y el desarrollo del conocimiento y la creatividad, así como la cuestión ambiental y la seguridad.
"De eso se trata hacer política. De llevar tranquilidad a las personas, de hacer que vuelvan a confiar, que sepan que no están solas, que hay un equipo de profesionales que trabajan todos los días para cuidarlas", enfatizó.

Cada vez hay más inquilinos y menos propietarios 27/02/2015
Uno de cada tres porteños alquila. Gasta en ello entre el 30 y el 40% de sus ingresos. Se le exigen condiciones leoninas y no existe ley local que lo proteja
Alquilar una vivienda puede resultar una verdadera odisea. Requisitos abusivos, garantías imposibles, precios exorbitantes y cartelización del mercado inmobiliario son algunos de los escollos que los porteños padecen a la hora de alquilar un techo donde vivir. La ausencia de una ley que regule el mercado de alquileres deja a los inquilinos librados a su suerte.
Hasta no hace muchos años, para la clase media, alquilar un departamento en la Ciudad era un paso previo, casi obligado, en el camino a la compra de la vivienda propia. Pero esos tiempos quedaron atrás. Si hay una tendencia que –efectivamente– no pareciera tener techo, es la inquilinización de la Ciudad: hay cada vez más inquilinos y menos propietarios.
El porcentaje no para de crecer desde 2001: uno de cada tres porteños alquila. Según estadísticas oficiales, a pesar de haber atravesado un boom de la construcción (se sumaron más de 150 mil viviendas nuevas), la cantidad de inquilinos en la Ciudad pasó del 22,1% en 2001 a más del 33% en la actualidad. Pasado en limpio, significa que un millón de personas alquilan unas 370 mil viviendas.
¿Quiénes son, dónde y cómo viven? La Ciudad no lo sabe. La Dirección General de Estadística y Censos prepara para presentar en mayo un índice que incluirá el perfil de los inquilinos, según adelantaron a Diario Z fuentes de ese organismo. El legislador del Frente Popular y Progresista, Fernando Muñoz, detectó esta necesidad y lanzó una encuesta online que permite una aproximación a este universo. De la muestra de más de 600 casos se extrae que casi la mitad de los inquilinos tiene entre 26 y 35 años, y viven repartidos entre Caballito, Almagro, Balvanera y Palermo; para la mayoría el alquiler representa entre el 30 y el 40% de sus ingresos. Y el dato más alarmante: el 70% considera que no puede comprar una vivienda.
El gobierno reconoce que los porteños se alejan cada vez más de la posibilidad de ser propietarios. Según el índice elaborado por Estadísticas de la Ciudad presentado a principios de febrero, que mide el salario en relación con el valor nominal de un departamento de 70 m2, la brecha se amplió en 50 puntos porcentuales debido a la suba de los precios inmobiliarios y la ausencia de créditos hipotecarios.
El crecimiento de la masa de inquilinos y la imposibilidad, cada vez más profunda, de acceder a la vivienda propia son indicadores que están estrechamente conectados por la lógica. El que no puede comprar alquila. Y si comprar se hace cada vez más difícil, ¿qué pasa con los alquileres? Suben el precio y amplían requisitos.
La regulación del mercado de alquileres está sujeta a la ley nacional de locaciones, que fija cuatro cuestiones medulares: la duración del contrato (mínimo tres años), la obligación de un mes de depósito de garantía en favor del propietario, la presentación de una garantía y la imposibilidad de indexar (aumentar) los precios. Además, en la Ciudad rige la ley 2340, que creó el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios y que estipula un tope de comisión del 4,15%.
Más allá de la colegiatura inmobiliaria, en la Ciudad lo que impera es la ley de mercado, que deja a los inquilinos a merced de requisitos cada vez más abusivos.
La realidad indica que la duración promedio de los contratos es de dos años, a pesar de que la ley establece un mínimo de tres. En vez de un mes de depósito en caución como garantía por año de alquiler, se piden hasta tres y, en algunos casos, cuatro. Se pactan aumentos semestrales, sujetos a renegociaciones. Las inmobiliarias, en tanto, sobrepasan con creces el porcentaje de comisión. Y las garantías se restringen a propiedades radicadas en la Ciudad. “Las inmobiliarias eluden el cumplimiento de la ley, no dan recibos y armaron un gran mercado negro paralelo”, indica a Diario Z el legislador Fernando Muñoz, quien presentó diversas iniciativas para proteger al inquilino. “No hay control, no hay un espacio de negociación; el gobierno está ausente. Está la familia que busca un departamento de un lado y la corporación inmobiliaria del otro, que fija las condiciones”, agrega.
El círculo de desprotección se cierra con una paradoja: según la ley, quienes deben controlar a las inmobiliarias son… las mismas inmobiliarias. Y es más: si uno quisiera denunciar este tipo de abusos en el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios, debe pagar una tasa de 360 pesos. Como leyó: hay que pagar para denunciar.
Desde Defensa al Consumidor de la Ciudad aclararon que si bien las inmobiliarias pueden plantear su incompetencia, este organismo puede “tomar parte” en los conflictos con los inquilinos. “Siempre y cuando intervenga una inmobiliaria como proveedor, Defensa al Consumidor puede intervenir”, aseguran.
La ley ausente
Como dijimos, en la Ciudad rige la ley de mercado, que surfea sobre las expectativas económicas. En la Legislatura porteña se han presentado, desde 2008, numerosas iniciativas para intentar regular los alquileres. Todas chocaron con la postura del PRO, partidario de no intervenir. De ese modo, quedaron en el camino proyectos del Frente para la Victoria, de la Coalición Cívica, del ibarrismo y de Bien Público. La idea que sobrevuela es la necesidad de poner un coto a la especulación, identificar y gravar con impuestos a las viviendas ociosas (se calcula, informalmente, que son unas 120 mil), y crear un ámbito de regulación y solución entre inmobiliarias e inquilinos.
El último proyecto en danza fue presentado por Muñoz. Apunta a crear una Oficina de Atención a Inquilinos en el ámbito de la Defensoría del Pueblo. “Hoy el porteño no tiene adónde recurrir en caso de abusos”, asegura el legislador. La iniciativa está a tono con otras similares que se llevaron a cabo en La Plata y en Santa Fe, donde existe un ámbito de mediación.
Desde la Defensoría ven con buenos ojos el proyecto y aseguran que ya están trabajando sobre el tema. Al respecto, Nora Cataño, directora del Consejo de Mediación, Conciliación y Arbitraje, asegura que aún no está individualizada la temática de los inquilinos, pero que sería importante “investigar y sistematizar toda la información” para elaborar soluciones. “Es un tema complejo, donde entran en colisión el derecho a la vivienda, a la propiedad y las leyes regulatorias”, dice Cataño.
Según la encuesta del legislador, el 60% de los inquilinos alquila mediante inmobiliaria e identifica como principales escollos, además del precio, la comisión y la garantía. “La idea es que la comisión sea compartida entre inquilino y propietario, que los contratos sean de tres en vez de dos años y que el Estado sea el proveedor de la garantía”, explica Muñoz.
En Uruguay, por ejemplo, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente cuenta con un Fondo de Garantía de Alquiler a través del cual, cumpliendo ciertos requisitos de ingresos máximos, se otorgan garantías con respaldo del Estado. Asimismo, cuenta una línea de otorgamiento de garantías especiales para jóvenes, que incluye la posibilidad de alquileres colectivos.
En el macrismo, sin embargo, no creen que la regulación del mercado sea la solución a los males del inquilinato. “Estos proyectos lo único que van a provocar es una retracción de la oferta”, indicó a Diario Z un asesor de vivienda del PRO. Es más, en el oficialismo creen que la Legislatura “no tiene potestad” para legislar en la materia: “La ley de locaciones es de fondo y es competencia del Congreso Nacional. Si hay algún problema, es un contrato entre privados y pueden hacer una demanda o una denuncia en Defensa al Consumidor”, explican.
En efecto, existe un debate latente sobre si la Ciudad puede o no legislar al respecto. El abogado y presidente de la Unión Argentina de Inquilinos, Ricardo Botana, asegura que más allá de esa discusión, la Legislatura puede crear herramientas para proteger a los inquilinos. “Es necesario avanzar en la modificación de la ley nacional y, al mismo tiempo, en una regulación local para frenar los abusos permanentes”, explica a Diario Z. ¿Por ejemplo? “Gravar los inmuebles ociosos para aumentar la oferta y regular la actividad inmobiliaria, como para empezar”, dice Botana. “Es evidente que el gobierno no ha logrado plasmar un programa para paliar la crisis habitacional. Para eso se necesitan normas y la injerencia del Estado en favor del más débil, es decir, el inquilino”, agrega.
A fines de 2014, el gobierno porteño lanzó el programa “Alquilar se puede”. Se trata de un crédito otorgado por el Banco Ciudad para afrontar los altos costos que supone entrar en un alquiler. El préstamo debe devolverse durante los 24 meses del contrato. Si no se paga durante dos meses, se intima al desalojo. También se ofrece una garantía en forma de deuda a una tasa del 19,5%. El programa está apuntado a familias jóvenes, de hasta 35 años, con ingresos de entre uno y dos salarios mínimos ($4700 a $9400), y de entre dos y cinco salarios mínimos ($9400 a $23.500). Además, incluye para empleados informales, un plan de ahorro previo de cuatro meses y un préstamo a tasa subsidiada. Asimismo, bancos privados ofrecen garantías a los propietarios a cambio de una comisión de los inquilinos.
¿Regular? no, gracias
El mercado también rechaza cualquier tipo de regulación. Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), coincide con el PRO en cuanto a que regular los alquileres producirá una “retracción en la oferta, que hoy es muy amplia”.
En concreto, las condiciones del mercado se fueron adaptando a la coyuntura económica. A partir de 2011, la compraventa de inmuebles cayó a sus mínimos históricos. La situación se vio agravada por la ausencia de créditos hipotecarios. Los departamentos construidos para la venta o como reservas de valor se pusieron en alquiler y, ergo, la oferta se amplió. Esto le puso un techo a los aumentos de los alquileres, que según la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) corren detrás de la inflación medida por las consultoras privadas. Por caso, el 2014 cerró con un aumento promedio del 28,2% para los departamentos de dos ambientes.
Desde el sector inmobiliario aseguran que alquilar una vivienda dejó de ser un buen negocio. La renta histórica (sobre el valor de la propiedad) se ubicaba en el 12% anual. Hoy alcanza apenas el 4%. “Como el propietario tiene el departamento para tener una renta y no para tenerlo vacío, no se va a abusar”, razona Arévalo.
La vivienda del encargado, un espacio común que no se puede alquilar
En prácticamente la totalidad de los edificios de la Ciudad existe un departamento destinado a la vivienda del encargado. Este beneficio está protegido y por eso resulta prácticamente imposible convertirlo en objeto de renta para el consorcio.
En efecto, el departamento destinado al encargado figura como espacio común, una caracterización similar a los pasillos y terraza del edificio. Si quisiera cambiarse dicha nominación, habría que modificar los planos de todo el edificio, lo cual resulta muy costoso. Además, el consorcio no está habilitado para facturar y debería inscribirse en la AFIP para poder hacerlo. En todos los casos, si quisiera alquilarse o venderse dicho departamento, la decisión debe tomarse por unanimidad en asamblea de propietarios.
PAGINAS MARZO 2015- ACTUALIDAD
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